¿a qué suena el silencio, cuando al hablarte no me escuchas y al escucharme no hablas?
¿cómo se abraza al aire que hay entre nosotros en el justo instante en el que de mi te separas?
Esta indiferencia sabe a tizne de pasión profunda y entregada
¿De qué lado del universo queda la nada?
Pues allí quedaron nuestros besos y caricias, las miradas que de modo descarado hablaban de un amor eterno que se asfixia en un hasta hoy
Y si de cenizas de carbón, en donde ardieron las brazas de una relación apasionada, debo ahora hacerme una pintura para la guerra que mi soledad de ti supone
No he de pelear por un dolor anunciado como un otoño asegurado
Pues para mi no hay hasta hoy, sino hasta siempre
Y llegaré hasta donde mora el vacío, aunque ahogado en vino y cigarrillo, esperando que al otro día un beso tuyo sea mi respiración boca a boca y un abrazo lo que force la vuelta del aire a mi.
Y si hallace estas palabras olvidadas entre escombros de recuerdos o entre restos del desayuno
Las usaré entonces como un ticket de autobús hacia "nada" y le haré compañía a mi soledad, entre los recuerdos de sentimientos que allí vagarán conmigo.
Porque caminar el pasillo de la casa y verte pasarme en frente sin que me ames, es como ver al fantasma de la felicidad reirse en mi cara.
Así que ámame sin dudas, ahorca en mi tus dolores y dale paso a los nuevos.
Porque un amor sin dolor no es posible, pero si un amor que duela poco.
Porque no hay consideración sin egoismos, blanco sin negro o un ahora sin antes
Pero no hay pan sin migas, arcoiris sin colores, ni luz que no cree sombra... Tampoco hay un yo sin ti.
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