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viernes, 16 de diciembre de 2011

Imaginarium

Esta existencia teñida en desagradable,
a veces se torna no llevadera,
pues hacerlas de trucha agota la consciencia.
Porque sí, porque no, porque quiero,
porque me nace, porque me muere,
porque tal vez, porque quién quita, porque quién sabe.
Me dejo caer confiado sobre el verdor natural,
para ser abrazado por cada brizna color esperanza.
En sus diferentes intensidades y alturas,
soy colocado suavemente en la piel del planeta sin un solo rasguño.
El universo se dibuja y se desdibuja,
se construye y se deconstruye
y a veces parece que se destruye y se reconstruye.
Mi mente comienza a divagar libre de ataduras
no hay límites en mis ideas y percepciones.
cada línea de luz de sol pierde su rigidez habitual,
para volverse ondulante como femenina figura de un caudal fluvial.
No hay lo que me detenga de nadar en el mar que me cubre
decorado por cúmulos de semillas de diente león a modo de nubes.
Con las corrientes a mi favor,
dispuestas a llevarme cada vez mas lejos,
dentro de mi atracción por la luz líquida que me envuelve.
Allí voy con estos peces emplumados
ellos visten de colores varios ante el blanco velo de sol
su luz se descompone dentro de un prisma.
Prisma que se describe en tus mejillas
se conforma de la felicidad incontenible
ella brota de tus ojos como un líquido mineral.
surcando entre inhalaciones del norte
exhalaciones del sur a la velocidad de una idea
descansando lo que dura un pensamiento.
Ven con confianza a tomar mi mano
para que la helada briza nos acobije de caricias
contra la tristeza que implica la distancia.
Estemos juntos, aun separados de materia,
pero sin dejar que haya divergencia en los recuerdos,
pues nos une una infinidad de partículas.
Ven, toma mi mano con confianza,
vamos a entregarnos a este rosado amor color verde esperanza,
revolquemos nuestra soledad como hace el mar con la espuma
y existamos con tranquilidad en esta inexistencia.
Si cada vez que cierres los ojos,
abres tu corazón para liberar tu mente,
ella hará de las suyas salvajemente
y me traerá anti ti con la fuerza que le imprimas.
Ten la tranquilidad de que aun en la distancia,
podremos alcanzar la mano del otro
y de tanto cerrar los ojos,
caerás sumida en el sopor de la esperanza,
donde aguardo esperando igualmente esperanzado.
Compartir a tu lado esta onírica realidad
en la distancia de una necesidad temporalmente impuesta,
impuesta por esta existencia elegida.
Así, mientras las agujas del reloj juegan,
corriendo alrededor de su pradera de números
buscándose como niños que recién se conocen.
Podremos mantenernos unidos de alma
en este universo incorpóreo,
pero aun así con la fuerza de un abrazo,
que ha sido dado a luz desde el amor.
Pues abrirás tus ojos por el estímulo de mi aroma,
envuelta en el abrazo de nuestros labios,
que será encausado con nuestras manos.
Me encontrarás ante ti para volver a llenarnos de energía,
paciencia y fe en el otro,
y así, sin tiempos o contratiempos.
Solamente seremos interrumpidos de cuerpo,
por el espacio que llenaremos nuevamente,
que llenaremos de nuestro campo imaginario.
Para siempre estar cerca,
para nunca estar lejos,
Y mantener nuestra unidad,
nuestro propio universo.

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